El protocolo en las bodas

La palabra protocolo para la boda puede sonar algo tradicional, pero conocerlo servirá a los novios de gran ayuda aunque su boda sea de lo más atípica y original. Aunque, sí que es cierto, que el protocolo en las bodas ha ido evolucionando y adaptándose a los nuevos tiempos y costumbres, hoy, desde Navas Joyeros Boda queremos ayudaros con las preguntas más frecuentes acerca de protocolo que suelen surgir a la hora de organizar una boda.

Empezamos por lo más importante, la novia. La respuesta a que cómo debe vestir es sencilla, porque por norma general, la novia suele llevar un vestido largo de colores blanco o crudos. La idea del blanco comenzó como algo que significaba y emanaba pureza y virginidad, orientada a la idea religiosa de abstenerse hasta el matrimonio. Pero, con el paso de los años, se ha ido consolidando más como una tradición y una distinción en la forma de vestir de la novia.

Además, dentro del conjunto de la novia, hay una serie de tradiciones que se han convertido casi en protocolarias. Toda novia, en su gran día, debe llevar algo prestado, algo azul, que según dicen simboliza la fidelidad, algo usado pues no rompemos con el pasado y algo nuevo, por la nueva vida y la nueva familia que estás a punto de comenzar.

Por la parte de los hombres, en el caso del novio, existen varias opciones entre las que escoger. Por ejemplo, tiene el chaqué, una prenda de tonos negros y grises, idónea para las ceremonias diurnas. Además, como elemento a destacar, suele ir acompañado de sombrero y, en los casos más extremos, también de bastón. Por otro lado está el esmoquin, un atuendo más apropiado para las bodas de tarde y de noche, y que tiene como principales complementos el fajín y la pajarita. Por último, tenemos el frac, que es una de las prendas más elegantes para eventos de noche. En su estilo destaca el corte de la chaqueta, corto por delante y alargado por detrás.

Sin embargo, los novios pueden huir de estos tres estilos más clásicos y escoger trajes de corte sencillo, con levita, semilevita o chaqueta corta, válidos tanto para bodas de noche como de día.

Para el día de la boda, el primero que debe llegar a la iglesia es el novio. El protocolo marca que la novia lo haga un tiempo después. A su llegada, el futuro marido puede estar a las puertas de la iglesia o en el interior, según la tradición del lugar donde se celebre la boda.

Una vez concluida la ceremonia nupcial, los primeros en salir de la iglesia serán los novios, ya convertidos en marido y mujer. Pajes, padrinos y vuestros padres os imitarán, en el mismo orden en el que entraron.

Siguiendo el protocolo de la boda, los novios suelen sentarse frente al altar o en uno de sus laterales. El orden correcto es, de izquierda a derecha, madrina, novia, novio y padrino. A partir de ahí, cuánto más cerca esté un invitado de los novios, mayor es su relevancia en la ceremonia. Así, si estáis frente al párroco o sacerdote, los testigos de la novia se situarán a la izquierda del altar, y los del novio, a la derecha. En cuanto a los familiares más cercanos, los primeros bancos de la iglesia suelen estar reservados para ellos. Luego, sucesivamente, irán sentándose tíos, primos y amigos.

Respecto a los testigos, oficialmente, sólo son obligatorios dos. Pero como en la mayoría de los casos es difícil elegir, es costumbre que los novios se lo pidan a más personas. No hay límite en cuanto al número, aunque el párroco que os case puede imponer restricciones. Es muy importante que les comuniquéis como iréis vestidos. Así si el novio va a usar chaqué, padrinos y testigos tendrán que llevarlo también.
Según el protocolo es que los padrinos sean la madre del novio y el padre de la novia, pero pueden desempeñar este papel algún pariente o amigo íntimo. Al igual que en el caso de los testigos, el padrino debe llevar chaqueta, chaqué o frac dependiendo de lo que lleve el novio, y la madrina, adecuarse al traje de la novia.

Una vez que se contamos con la lista definitiva de invitados es cuando empezamos a pensar en cómo ubicarlos en las mesas. No tenemos que aplicar estrictas normas o reglas de precedencia como se haría en un acto oficial o con cierta solemnidad. Es mucho mejor utilizar criterios más cercanos y de utilidad como la edad o la afinidad.

Una vez que tenemos las mesas con sus correspondientes invitados, habrá que tener en cuenta que las mesas más cercanas a la presidencia, la mesa de los novios, suelen estar reservadas para los invitados que tienen una relación más cercana con los novios como los padres, hermanos, familiares y amigos más íntimos. Y en la mesa presidencial se suelen sentar los padres y padrinos, así como algún invitado especial.

Después de los postres, viene el baile. Lo abren los novios a ritmo de vals o una melodía que tenga un especial significado para ellos. Luego el padrino baila con la novia y la madrina baila con el novio.

Estas son las algunas de las tradiciones que dicta el protocolo en las bodas pero cada pareja de novios es única y especial, por lo que en el día más importante de sus vidas deben seguir sus gustos y necesidades, sin condiciones.