Invitadas de pasarela

Este fin de semana hemos tenido el placer el equipo de Navas Joyeros Boda de asistir a uno de los desfiles más esperados de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, el de la firma Hannibal Laguna, y hemos tomado buena nota para que para todas aquellas invitadas a bodas que quieran lucir un look de diseño muy especial, no os perdáis detalle.

Nadie como Hannibal Laguna domina el romanticismo, eso es así. Ver uno de sus desfiles significa teletransportarte a los años cincuenta y sesenta, cuando las modelos no desfilaban, sino que “modelaban” y jugaban con capas, vestidos, gasas y todos los elementos puestos a su disposición.

Esta colección ha sido una de esas que tienen el sabor de lo antiguo, de épocas pasadas, de mujeres que acudían a los ateliers para escoger sus vestidos de noche, mientras una modelo caminaba a su alrededor mostrando algunas de las más bellas creaciones de la casa.

Como siempre, el desfile ha comenzado con música clásica de corte épico, como la que anuncia que una estrella está a punto de aparecer; y lo cierto es que al ver esos vestidos con capa incluida que mezclaban sutilmente seda y partes de encaje, esos tops de pedrería estilo ‘torera’, esos tonos púrpura, rojo sangre, en cierto modo pensamos en Lauren Bacall, Jane Mansfield o incluso la propia Grace Kelly; porque desde luego todas y cada una de ellas hubiera adorado las creaciones de Hannibal.

Ha sido un desfile de contrastes o mejor dicho de binomios de estilo, porque prácticamente todos los diseños de la firma atesoraban dos tejidos -seda y encaje o seda y pedrería- y la propia disposición del show propiciaba el encuentro de colores próximos -cuando aparecía un rojo, le seguía un rosa, y después un azul y un morado-. Ahora, la parte final, tal y como ha sucedido en varios desfiles de la segunda jornada de la pasarela, ha sido protagonizada por el blanco y el negro, posiblemente las dos tonalidades estrella de la próxima primavera-verano. ¿Quién dijo que ambos colores solo estaban reservados a las bajas temperaturas? Ahora, desde luego, nadie.

Y como desenlace, nada del típico carrusel de modelos caminando como autómatas, Hannibal es de los que prefiere a todas sus chicas formando un mosaico lleno de color justo al fondo de la pasarela, y entonces él hace su entrada, escoge a su modelo favorita, la felicita, entrelazan sus manos y caminan juntos -al estilo Yves Saint Laurent en los inicios de los noventa-.Porque nadie debe olvidarse que esto no es desfilar, es “modelar”.

 Para completar un vestido así de impresionante, nada mejor que una joya de diamantes, como las que encontrarás en la joyería online nupcial de la firma.