La madrina de la boda

Aunque el protocolo dicte las normas en el vestuario de las madres de los novios, las tendencias de fiesta admiten todo un universo de fantasía.
Las madres de los novios son las segundas protagonistas, y seguramente las personas que vivan con más ilusión la ceremonia, después de la pareja que se da el “sí quiero”. Su papel está en un discreto segundo plano –más el de la madre de la novia que la del novio, sobre todo cuando ésta es la encargada de ejercer el papel de madrina-, y aún así, el protocolo cuenta con normas de etiqueta muy específicas que determinan cómo vestirse para acertar de lleno en un día así.

En el caso de las madrinas, la etiqueta está clara. Ellas son las únicas que deberían ir de largo, después de la novia claro. Su papel admite un vestido de fiesta por todo lo alto –cuidado con los brillos y pedrerías, pueden resultar traicioneros-, aunque en una boda de mañana el protocolo admite que optemos por un vestido más corto, a la rodilla o tipo midi, evitando, eso sí, el de tipo cóctel o el minidress. También están permitidos los conjuntos dos piezas, como un conjunto de falda, top y chaqueta de fiesta, manteniendo la manga con un largo pasado el codo, ya sea a la muñeca o tipo francesa.

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La mantilla y peineta son dos de los complementos que tienen especial acogida entre las madrinas: este elegante tocado de blonda es un accesorio cien por cien español, y, por sus propias características, su uso está muy limitado a cierto tipo de eventos; además de adornando la cabellera de las madrinas, la mantilla no se deja ver muy a menudo salvo en otras fiestas y eventos muy castizos, como las procesiones de Semana Santa o las corridas de toros.
De ahí que su uso en una boda se haya popularizado en los últimos años, aprovechando lo particular de esta ocasión en especial. El tejido de la mantilla puede ser  de encaje de Chantilly o tul, con preciosos bordes ondulados e intrincados detalles de flores. El protocolo dicta que sea negra, aunque hoy por hoy se puede llevar en un tono más claro –Naty Abascal lo hacía en la boda de su hijo, Rafael de Medina, combinando un Valentino en color verde con mantilla y guantes en crema.
Fundamental eso sí, contar con el permiso de la novia, para que nuestra mantilla no le reste protagonismo a su velo de encaje, y llevarla solamente si se trata de una boda de día y con vestido largo.7d93930bad92350762ef917fa9e85581

Esta misma norma se aplica a otros detalles y acabados del vestido, como por ejemplo el cuello o las mangas: antes de decidirnos por un modelo u otro, lo más acertado es consultar con la novia para evitar que ambos trajes sean muy parecidos y “choquen” en el altar y en las fotos. Tampoco está de más ponerse de acuerdo con la madre de la novia, evitando a toda costa coincidir con el color de nuestro traje, sobre todo si se tiene en cuenta la cantidad de fotos en las que ambas mujeres posarán juntas después de la ceremonia.
Para las madrinas que no quieran sentirse “disfrazadas” llevando una mantilla y sobre todo una peineta (especialmente si tenemos en cuenta que puede llegar a resultar incómoda una vez colocada en el pelo), hay otras opciones igual de elegantes, como los tocados, los sombreros de ala corta o las pamelas de día.

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En cuanto a las joyas de la madrina, hay dos piezas que para nosotros son apuestas ganadoras, y que el equipo del Servicio Integral de Bodas de la joyería online: www.navasjoyerosboda.com ha seleccionado en exclusiva para todas las madrinas que deseen lucir elegantes y brillar como nunca.
En concreto, son dos, que forman un precioso conjunto de joyería en diamante, que no dejará indiferente a nadie.

El primer modelo es una pulsera de diamantes, pero no cualquier modelo, la pulsera Hillary, una exclusiva joya de Navas Joyeros Boda, en la que su cuidado diseño combina gemas de dos tallas diferentes.

La pulsera de diamantes Hillary es un diseño en el que se combinan dos tallas de diamantes, brillante y baguet, que dan lugar a una pieza de alta joyería. Es una pulsera de tipo Tennis, puesto que las piedras preciosas van colocadas una detrás de otra de manera consecutiva.
La pulsera Modelo Hillary está destinada a completar cualquier look nupcial, puesto que su presencia y elegancia darán un toque de exclusividad al conjunto. . Además de una pieza de alta joyería con tanta importancia que se convertirá en la joya familiar que pasará de madres a hijas estando presente en todos los grandes eventos de la familia.

La pulsera Hillary se ha fabricado en oro de 18 quilates y diamantes, que por su engaste tradicional lucen en todo su esplendor. Las garras que sujetan las piedras preciosas permiten que la luz incida en la superficie de cada diamante, fomentando así su brillo y presencia.

Para completar el conjunto de madrina, los pendientes de perlas y diamantes Boreal, la pieza de joyería por excelencia.Unos pendientes de diamantes y perlas, fabricados en oro de Primera Ley, con un diseño elegante donde se combina las perlas y los diamantes talla baguet, dando como resultado una magnífica joya, sencilla y cómoda de llevar.

Los pendientes de Boreal son una joya de diamantes y perlas con un diseño sencillo y elegante que la convierte en una acertada apuesta.
La sencillez y elegancia de su diseño hacen de esta pieza de joyería, una apuesta especial y bella, que además se puede lucir en el día a día.
El diseño de los pendientes Boreal está formado por unas preciosas perlas australianas de excelente calidad, que contrastan con el brillo de los diamantes de talla baguet que rematan la joya, todo ello realizado en oro de 18 quilates que incrementan el color y la pureza del motivo.
La unión del brillo de las piedras preciosas con la magnificencia de la perla de los Mares del Sur dan lugar a una joya perfecta.

¿Qué te parece nuestra elección para madrinas de boda?