Las temporadas de boda también cambian

Cualquiera conoce, aunque no vaya a contraer matrimonio, cuáles son los meses más propicios para celebrar una boda. El buen tiempo suele ayudar a la elección de los novios, ya que ¿quién desea que llueva el día de su boda? Aún así, los tiempos han cambiado y es por ello que Navas Joyeros Boda dedicará esta entrada a hablar de las temporadas altas para contraer matrimonio, así como de las bajas que también se están poniendo de moda.

Mayo marca el inicio de una temporada repleta de eventos especiales y no nos referimos únicamente a bodas, también es buen momento para comuniones, bautizos, bodas de Plata etc.  La mayoría de vosotros os sentiréis identificados cuando hablamos de esto, pues nadie se escapa a un evento como mínimo por año en estas fechas.

Lo cierto es que la temporada alta dura cada vez más, aunque lo más usual es que se prolongue hasta septiembre, siendo la segunda quincena de julio donde se concentran más bodas, así es como lo reflejan el movimiento de las redes sociales que todas las Weddings Planners atienden.

Atendiendo a esto, de mayo a septiembre es el momento ideal para dar el «sí quiero«, empezando la temporada más baja a partir de octubre. Los meses de diciembre, enero, febrero y marzo se configuran como los peores para los novios, pues las posibilidades de lluvia y frío son las más altas de todo el año.

Es algo curioso que, a pesar del avance en cuanto a decoración y acondicionamiento en el campo de las bodas, el clima sigue determinando en la mayoría de los casos la fecha del acontecimiento. La localización de la boda es otro punto determinante, sobre todo porque va íntimamente ligada al tiempo de la ocasión, pues no es lo mismo celebrar el evento en el norte de nuestro país que en el sur. Todos los detalles son importantes para definir las temporadas altas y bajas de boda, así como el lugar de destino que decidamos para celebrar tal especial acontecimiento.

Por ejemplo, en el caso de las bodas que se llevan a cabo en el sur de España los meses de verano no son nada agradables para una boda tradicional por las altas temperaturas que pueden alcanzar incluso los 40º grados. Lo que más aconsejan las wedding planners es consultar los meses de temporada baja que rigen el sector hostelero, que también variarán según la región que escojamos.

A pesar de la tendencia que siguen siguiendo los novios en relación a las condiciones climáticas, es cada vez más usual ver otras parejas más atrevidas que, aprovechando la temporada baja de hoteles consiguen mejores precios, espacios más encantadores y de mayor capacidad. En este caso, los meses como diciembre se están poniendo de moda, no solo por este apunte, también por el encanto que posee al estar tan cerca de la navidad. De hecho, la nieve, el frío y todo lo que rodea a la temporada invernal siempre ha sido más romántico y entrañable que lo que puede ofrecer el verano.

 

Debido a esto, son cada vez más los profesionales en la organización de eventos de este tipo los que recomiendan a una pareja casarse en una temporada poco usual. Los precios de los alquileres de lugares de celebración, así como las listas de esperas para las iglesias son mucho más asequibles en temporada baja y la disponibilidad es mucho mayor. Es de agradecer que el una organización tan enorme, en la que se necesita preparar hasta el mínimo detalle, la temporada facilite el trabajo de la misma. De la misma forma, nos encontramos con mayor predisposición por parte de los proveedores para negociar condiciones y cifras en el acuerdo de nuestro presupuesto, algo que sin duda será mucho más rentable una vez haya pasado la boda.

Sin duda alguna, estimar gastos en cuanto al vestido de novia, el número de invitados, el banquete o el lugar de celebración está bien, pero… ¿por qué no tener en cuenta este tipo de temporadas y aprovechar las ventajas que supone?

El invierno o el otoño no supone ningún tipo de problema en la celebración de una boda y menos hoy en día donde la competitividad de los proveedores y de las empresas organizadoras es tan alta que han tenido que innovar y reinventarse a sí mismos rápidamente para satisfacer a todo tipo de cliente.

Lo mismo ocurre con la vestimenta, la moda nupcial cada día nos ofrece diseños más atrevidos y originales por lo que resulta imposible no encontrar un vestido que se adapte a unas condiciones climáticas determinadas. Y en cuanto a la joyería… Navas Joyeros Boda se presenta como la alternativa perfecta, pues con toda seguridad, entre sus muchas colecciones y diseños, cualquier novio puede hallar el anillo perfecto que además se adapte a un invierno, un verano etc.

¿Qué mejor que escoger un anillo de compromiso de zafiro como piedra central por su simbología con la estación invernal en la que se va a celebrar la boda? Y lo mismo ocurre con el verano; si sois más de playa, el aguamarina o la turmalina irán a la perfección con la tonalidad del mar. Si por el contrario la montaña y la naturaleza es vuestro fuerte, el cuarzo fumé o la esmeralda irán perfectos con la ocasión.

En resumen, como se puede observar, aunque el tiempo siga indicando y determinando las fechas para celebrar una boda, también resulta cada vez más atractivo innovar y salirse de lo común. Soluciones encontramos por todas partes actualmente y más si hablamos de una firma como Navas Joyeros Boda.