Casi todas las firmas han incluido en su propuesta guiños a la novia más clásica: la que se viste con falda princesa, cola y escote palabra de honor.
Ya lo avanzaban con su colección cápsula a principios de año varias firmas, que servía de adelanto a las tendencias que están por venir: 2016 será el año de la novia clásica. Un revival que nos llega en forma de amplias faldas princesa, que llevaban varios años casi desaparecidas de las colecciones de novia, y de los vestidos con larguísimas colas, que también se han dejado ver casi tanto o más que los primeros en la primera pasarela nupcial de la temporada, la New York Bridal Week.

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1. AMSALE
Fiel a la estética tipo columna y al acabado sleek, Amsale se consolida este año como una de las propuestas más elegantes de la bridal week de Nueva York. Bajo las órdenes de la diseñadora de origen etíope, Amsale Aberra, que también se hace cargo de las colecciones de Christos y Kenneth Pool, la firma ha mantenido el mismo estilo de novia casi desde que sus vestidos pasasen de la pasarela a la “tele” tras protagonizar uno de los episodios más memorables de “Anatomia de Grey”.

Sus vestidos para novias minimalistas, casi siempre en blanco puro, le han hecho un hueco esta temporada al off-white, con diseños en marfil e incluso en color café, además de aventurarse casi por primera vez en el terreno de los bordados de pedrería tejidos a mano sobre gasas ultraligeras, y los drapeados griegos. Algunos de sus vestidos más etéreos recuerda, de hecho, a esta colección de Jenny Packham, además de incluir vestidos de novia con cola corta o una espectacular novia clásica, con diseño de línea princesa, escote palabra de honor con fajín en torno a la cintura, y velo catedral.

2. THEIA
En el extremo opuesto de la balanza, la firma Theia sigue esforzándose en diseñar para la facción de novias más cool del sector: una tendencia que ya veíamos en anteriores desfiles, que le daba a sus novias aires boho venidos directamente de Marruecos, con una colección de vestidos para 2016 que se inspira en ilustraciones de estilo Art Nouveau, con apliques tridimensionales de flores y mariposas que se escapan casi volando de escotes y faldas, tejidos tan ligeros que prácticamente son transparentes, y detalles de color en gris, que “trepan” desde el bajo de la falda con un efecto similar al tie-dye (pero en forma de grabados e ilustraciones en lugar de desteñidos o degradé).

Los cortes que se salen de la norma: el crop-top de novia, la falda de tul con bolsillos que dejan entrever las manos, esas grandes protagonistas el día de la boda en la que lucirán el flamante anillo de compromiso o con la recién estrenada alianza de boda, o un original vestido de novia halter con cuello tipo camisa.

3. MARCHESA
En showroom y no en pasarela, la nueva colección nupcial de Marchesa volvía a ser el centro de atención en esta edición de la New York Bridal Week, una atención que las diseñadoras Georgina Chapman y Keren Craig se han ganado a pulso vistiendo a lo más selecto de la red carpet durante años. Tul y seda capeadas, cuerpos delicados con bordados de cristal, cascadas de flores, y sobre todo, muchos escotes y piel al descubierto, tanto en los hombros, en los vestidos strapless, casi todos tipo princesa o de línea sirena, como a la espalda, con aberturas infinitas y paneles con transparencias, o cut-outs, que parece ser serán los sucesores del crop-top de novia de este año.

Una de las colecciones más sexys vistas en Nueva York hasta el momento.

3. JEAN-RALPH THURIN
Una de las presentaciones más clásicas de esta edición ha sido la de Jean-Ralph Thurin: el diseñador elegía seguir la fórmula de “un vestido para cada novia”, con creaciones prácticamente en cada tipología nupcial, y guiños a la novia más clásica, incluido un sencillo diseño princesa de líneas minimal (una “rara avis” en Nueva York), con falda amplia y escote palabra de honor, con discretos bordados de pedrería siguiendo la línea superior del pecho. Destacan también sus creaciones de aire vestal, con manga larga y cola, y el clásico (muy clásico, de moda allá por 2009), vestido de capas de tul con escote asimétrico, a un solo hombro.

4. KELLY FAETANINI Y BADGLEY MISCHKA
Para acabar, dos menciones de honor, una para una firma que esta temporada ha presentado su mejor colección hasta la fecha, y otra que es firma de referencia de las novias más novias de Nueva York: Kelly Faetanini también va a lo seguro este año, buscando el estilo de la novia más clásica (aunque entre sus propuestas se ha colado algún crop-top de novia), con faldas princesa o de línea “A”, la más favorecedora, capas de tul, frunces y encajes. 

Por su parte, Mark Badgley y James Mischka se inspiran en el estilo años 20, un look que siempre triunfa en clave nupcial, con vestidos de corte recto con superposiciones de tul capeado, y delicados detalles bordados en forma de piedras opalescentes que le dan un acabado irisado al vestido.