San Valentín, la luna de miel más romántica

Nadie concibe una boda sin pensar en un viaje de novios para celebrarlo. La luna de miel es una de las tradiciones más arraigadas cuando hablamos de ceremonias nupciales. Aunque solo sea escapar unos días para descansar de todos los preparativos, todos los novios quieren disfrutar de unos días solos, estrenando su condición de marido y mujer. Muchas parejas eligen San Valentín para viajar y celebrar este día tan especial. El objetivo es cambiar de escenario para darle a este día dedicado a la exaltación del amor un toque mucho más especial y único. Desde Navas Joyeros Boda os queremos proponer los destinos más románticos para la luna de miel y además os vamos presentar una sorpresa que seguro que hace de este viaje algo inolvidable.

El vestido de la novia, el ramo, el banquete, las alianzas de boda… Todos estos elementos son imprescindibles en una boda, como también lo es la luna de miel. Quién más, quién menos quiere inaugurar está vida en común con un bonito viaje, todo en función de la capacidad adquisitiva y el tiempo del que dispongan los novios.

Seguro que más de una vez os habéis preguntado de donde viene esa expresión tan curiosa de “luna de miel”. Pues bien, se cree que rondando el 1.500 a.C. los babilónicos tenían como costumbre que el padre de la novia proporcionara al novio durante una luna, aproximadamente un mes, cerveza de miel. En Roma la tradición era similar en temporalidad, pero debía ser la madre de la novia la que dejara un tarro de miel en el dormitorio. En Europa la tradición habla de licor de miel o hidromiel durante el XVI, ambas bebidas conocidas por sus propiedades como potenciadoras de la fertilidad.

¿Y el origen de llevar a cabo un viaje, tal y como lo concebimos en nuestros días? Según se cree tiene su inicio en la burguesía inglesa del siglo XIX. Después de la ceremonia se llevaba a cabo una especie de excursión que servía para visitar a aquellos parientes que no habían podido acudir a la celebración. El avance de los medios de transporte y el surgimiento del turismo como algo masivo en el siglo XX extendió por toda Europa esta tradición.

Antes de sacar el mapamundi, la luna de miel puede ser un buen momento para sorprender a tu pareja con una hermosa pieza de alta joyería para demostrarle que desde el primer momento quieres hacerla feliz mimando los detalles. Para San Valentín, Navas Joyeros Boda ha diseñado tres joyas que quieren rendir homenaje a esta festividad del amor.

Hoy te queremos presentar unos pendientes de diamantes espectaculares. Si por ejemplo el anillo de pedida que le regalaste a la que ya es tu mujer está conformado por diamantes, ahora tienes la oportunidad de agasajarla con unos pendientes con los que disfrutar de un conjunto de joyería ideal para el día a día.

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¿Dónde entregarle alguna de estas joyas que la derretirán? Navas Joyeros Boda te propone una lista de destinos de lo más románticos.

Venecia

¿Os imagináis disfrutando de un viaje en góndola? Cogidos de la mano, mecidos por las olas, disfrutando de los canales y las edificaciones de Venecia. No elegimos este lugar al azar, Casanova, uno de los más famosos amantes del mundo nació aquí. Dejaros deleitar por el Barroco y el Renacimiento que se entremezclan en esta ciudad. El teatro La Fenice puede ser el escenario ideal para que os dejéis embriagar por la opera desde sus palcos aristocráticos.

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Viena

Suavemente bañada por el Danubio, Viena es la ciudad de la realeza, de los palacios, de la música clásica y del vals. Romántica hasta la médula, Viene ofrece a sus visitantes preciosos jardines palaciegos, plazas imperiales y calles medievales que parecen haber surgido del puño de cualquier escritor de cuentos. Disfrutad de una tarta sacher en cualquiera de sus majestuosos cafés. Si sois amantes del arte podréis además disfrutar de una de las obras culmen del arte contemporáneo: “El Beso” de Klimt. Admirar sus innumerables palacios sintiéndoos como lo hicieron Sissi Emperatriz y Francisco José.

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París

No podíamos olvidarnos de la ciudad del amor por excelencia, la bella y siempre vibrante París. Pasear por la ribera del Sena, admirando los pintores callejeros, el trasiego de los parisinos y el paisaje es una de las experiencias más románticas que cualquier pareja debería disfrutar. No podéis perderos su emblemática torre Eiffel. Además al anochecer la ciudad se transforma en un gran destello luminoso, si buscáis un crucero por el Sena disfrutareis de otra perspectiva de la ciudad.

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No hay excusa para no celebrar vuestra luna de miel en San Valentín en cualquiera de los destinos más románticos del mundo. Además, ¿qué mejor que hacerlo reglando una  en cualquiera de estos escenarios de ensueño?