Toda una reina en tu boda

Hoy te traemos una nueva fuente de inspiración para tu boda, y es en la corona de la reina Letizia y otras diez tiaras reales, para deslumbrar en tu look nupcial.

La reina Letizia volvió a deslumbrar en los fastos por el 75 cumpleaños de la reina Margarita de Dinamarca. En esta ocasión decidió estrenar la tiara que el rey Felipe le regaló con motivo de su quinto aniversario. Una pieza compuesta por más de 450 diamantes y 10 perlas australianas.
Rebuscamos en el resto de joyeros reales para descubriros otras diez tiaras impresionantes de incalculable valor.letizia-tiara-cordon--z

La última princesa en casarse fue la hija pequeña del rey Carlos Gustavo y Silva de Suecia, Magdalena de Suecia. Para el “sí, quiero” con el financiero Cris O´Neill, se decantó por la diadema “Rey Gustavo”. Fue un regalo que su padre realizó a su madre con motivo de su décimo aniversario de boda. Una pieza discreta, que sujetaba el velo y llevaba alrededor flores de mirto blancas, el cual le permitió llevar unos prominentes pendientes de diamantes y una vistosa pulsera de diamantes que completaron su romántico look.boda_princesa_magdalena1

Numerosas joyas de gran valor y belleza conforman el joyero que posee la reina Máxima de Holanda. Confeccionadas por diferentes piedras preciosas: zafiros, rubíes, diamantes rosas… y hasta aguamarinas.
Por su originalidad y glamour, destacamos la tiara art-decó formada por aguamarinas brasileras que fabricó el joyero holandés Kempen, Beeger & Vos. Fue un regalo que los padres de la entonces princesa Juliana le hicieron con motivo de su mayoría de edad en 1927. Máxima la ha lucido con gran elegancia en distintas cenas de gala.las_tiaras_de_maxima_de_holanda_786378018_377x580

Con motivo del 60 aniversario de la reina Isabel II, abrió su joyero al público y pudimos disfrutar en una magnífica exposición de las impresionantes joyas que pertenecen a su joyero personal. Es habitual ver algunas de las piezas completando los “outfits” de las mujeres de la familia.
Este es el caso de Camila, duquesa de Cornualles, quien deslumbró en un evento en Sri Lanka con una de sus tiaras preferidas, la tiara de diamantes Greville, que perteneció a la reina madre. Cuenta con un diseño de nido de abeja, realizado con gran detalle y minuciosidad por los joyeros Boucheron para Margaret Greville, perteneciente a la alta sociedad inglesa, quien murió sin descendencia y dejó esta joya a la reina madre cuando murió en 1942. Nueve años más tarde se le aumentó su tamaño, añadiendo una fila más de diamantes y un gran diamante central en talla marquesa, aumentando así su valor y ostentosidad.U226011

Kate Middleton también ha tenido el placer de lucir en alguna ocasión las joyas personales de la abuela de su marido. Para su boda, en la que se convirtió en duquesa de Cambridge, pidió, como manda la tradición, a Isabel II, la tiara “Halo”, realizada sobre platino y componiéndola un total de 739 diamantes, talla brillante y más 149 diamantes, talla baguette. Una de las tiaras más bellas de las que posee la reina de Inglaterra, data de 1936, cuando el entonces duque de York, futuro rey Jorge VI, encargó a la joyería Cartier una pieza espectacular para su esposa.

La reina Matilde de Bélgica usó el día de su boda una diadema de platino y diamantes de estilo art-decó, con diseño geométrico y tres filas de diamantes que perteneció en su día a Sissi Emperatriz. La reina Paola ha lucido esta pieza siendo princesa de Lieja en numerosas ocasiones, convirtiéndose en una de sus piezas fetiche.

Hace más de una década que se prometían amor eterno en Roma, la francesa Clotilde Courau y el príncipe Emmanuele Filiberto de Saboya. La actriz lució una espectacular tiara de topacios que pertenece a la familia real italiana. El protagonismo de la joya fue tal que los pendientes y ramos del traje de la novia hacían juego con el diseño de la tiara. A su vez, el traje de novia fue muy minimalista, para no restar protagonismo a la joya de la familia.

La princesa Marta Luisa de Noruega lució el día de su boda, con el escritor Ari Behn, una espectacular tiara de diamantes y perlas en forma de lágrimas y un gran adorno central, que en su día perteneció a la reina Maud, quien lo recibió a su vez como regalo de boda de sus padres, los reyes Eduardo VII y Alejandra de Gran Bretaña.
Sin embargo, no se trata de la original, sino una réplica, ya que la original sufrió un espectacular robo de película en 1993, mientras se encontraba custodiada en la prestigiosa joyería londinense Garrad´s. La entidad quiso mantener el robo en secreto, pero Scotlans Yard hizo pública la noticia de la valiosa tiara. La joyería buscó las piedras preciosas más parecidas en forma y antigüedad de la originaria. En un tiempo récord hicieron una réplica exacta que le fue devuelta a la reina Sofía.

Su cuñada, la princesa Mette-Marit, en el día de su boda, con el príncipe Haakon de Noruega, adornó su pelo rubio con una impresionante tiara. La pieza data de 1910 y fue uno de los regalos de boda que recibieron los reyes Harald y Sonia de Noruega. Una joya muy romántica formada por diamantes, platino y oro blanco que se agrupan para formar 23 margaritas.

La princesa Charlène de Mónaco, dio el “sí, quiero” a Alberto de Mónaco con un broche estrellado que le prestó su cuñada, la princesa Carolina de Mónaco. En contraposición asistió a su banquete nupcial con una curiosa tiara asimétrica de oro blanco y diamantes de talla brillante, baguette y pera, siendo el mayor de ellos un diamante talla pera de 8 quilates, denominada “Espuma de Diamante”.
Simboliza el amor que la ex campeona olímpica de natación siente por el mar. En pocas palabras del propio creador de la tiara: “El spray de diamantes que conforma la tiara simula la espuma que se forma en la cresta de las olas cuando rompen contra la orilla”.

Por último, terminamos con la diadema que la Reina Letizia lució en el día de su boda, donde se convirtió en princesa de Asturias, eligió casarse con la diadema de los Hannover, perteneciente a la reina Sofía, quien la lució en numerosas ocasiones, incluida su puesta de largo. Una pieza en la que se mezcla el estilo imperio y la línea helénica (las columnas recuerdan al Partenón y las hojas de laurel que aparecen en la parte superior, son el símbolo con el que se engalana a los vencedores).
Esta tiara fue un regalo de boda del káiser Guillermo II de Prusia, último emperador alemán, a su única hija, la princesa Victoria Luisa, cuando ésta contrajo matrimonio, en 1913, con Ernesto Augusto III, heredero de la casa Hannover. Victoria y Ernesto tuvieron cinco hijos, entre ellos Federica, la madre de la reina doña Sofía, heredera de esta bella pieza.

Y tu, ¿te casarías con una tiara de novia?
Si quieres ser una auténtica princesa y lucir una espectacular tiara de novia, en Navas Joyeros boda ponemos a tu disposición una amplia variedad de tiaras de diamantes realizadas de forma artesanal por los joyeros de la firma.