Una boda real

Esta semana hemos vivido con emoción la última boda real de este año. La ceremonia ha tenido lugar en la capilla del Palacio Real y ha sido oficiada por el obispo emérito Lars-Göran Lönnermark, los novios, Carlos Felipe de Suecia y Sofia Hellqvist.
Pocos minutos después de las 16.30 horas, Sofía entraba en la capilla del Palacio Real mientras sonaba la música. Carlos Felipe, visiblemente emocionado, se acercaba a recibirla. Tras continuar los pasos del rito religioso, oficiado por el obispo emérito Lars-Göran Lónnermark y asistido por el pastor Michael Bjerkhagen, los novios salieron de la iglesia, de la mano y entre aplausos.novia3--a

A continuación, los recién casados hicieron un recorrido en carruaje para presentarse en sociedad como marido y mujer, pasando por el patio exterior del Palacio Real.
El trayecto organizado les llevó por Castle Hill, el muelle, el Castillo Quay, el Puente Norte, Regeringsgatan, Harbour Street, Nybroplan, Nybrokajen, Havslagargatan, Sur Blasieholmshamnen, Power Bridge, y por último, llegaron a Logarden, jardín del Palacio Real, donde tanto el príncipe como el rey pronunciaron unas palabras de gratitud.

Por último, llegó el banquete nupcial en el Salón Mar Blanco del Palacio Real. Allí, el príncipe dio un discurso romántico en el que destacó las cualidades que él veía en Sofía. Fue una declaración de amor, en la que dijo frases como: “Sofía, nosotros nunca elegimos el camino difícil, él nos eligió a nosotros. Optamos por el amor y eso nos ha unido siempre. Te caracterizas por fuertes valores, pasión y coraje. El más importante de todos ellos es, quizá, el atreverse a ser uno mismo, para atreverse a ponerse de pie por sí mismo. Y, sobre todo, que el amor no conoce fronteras, independientemente de la religión, el sexo o el fondo.”

Mientras los asistentes intentaban disimular las lágrimas de emoción, tomó la palabra la nueva Princesa de Suecia, y sorprendió diciendo: “Quería dedicarte algo a ti, a mi marido, así que escribí unas palabras que explicarán mi amor por ti”. En ese momento apareció en el salón la cantante sueca Molly Sadén, acompañada por Danny Saucedo al piano, y transformó los versos de Sofía en una canción… Por supuesto, el novio lloró de la emoción.

Aunque no ha acudido ningún miembro de la Familia Real Española, sí que se han visto personalidades de las diferentes monarquías europeas, como la Princesa Magdalena y Chris O´Neill o la princesa Martha-Luisa y Ari Behn, entre otros.la_boda_real_carlos_felipe_de_suecia_sofia_hellqvist_invitados_banquete_cena_privada_110481003_800x

Tras cinco años de noviazgo, Carlos Felipe y Sofía anunciaron su compromiso en 2014, causando un gran revuelo debido al pasado de la novia. Pese a esto, finalmente triunfó el amor y pudimos ver una preciosa boda digna de la realeza.

Y después de esto, que nos falta por comentar? Por supuesto que sí, el look de la novia, uno de los aspectos que causan mayor expectación y revuelo en cualquier boda.

La novia lució un vestido de seda, firmado por la diseñadora Ida Sjöstedt, con encaje elaborado por el español José María Ruiz. Es una creación de manga larga con escote en pico ceñido en la parte superior.
El diseño ha sido realizado en tres tonos de blanco, en crepé de seda y con aplicaciones bordadas a mano de encaje de José María Ruiz, especializado desde 1982 en la comercialización de tejidos de seda natural en España y proveedor de telas de alta calidad.

El ramo estaba compuesto por rosas y mirto en tonos crema y coral, la misma combinación de colores cálidos que se ha empleado en la decoración floral de la capilla, desde los bancos hasta el altar.
Es costumbre que las damas de la Familia Real sueca lleven flores de mirto en su ramo de novia o en su pelo (la última en lucirlos fue la princesa Magdalena durante su enlace con Chris O´Neill). Una flor con una larga tradición en la realeza de Suecia que se remonta a un siglo atrás, en 1905, durante la boda de la princesa heredera Margarita con el príncipe heredero Gustavo Adolfo en el Castillo de Windsor en Inglaterra. Desde allí llevaron hasta Suecia un arbusto de mirto, y desde 1935 sus flores se incluyen de una manera u otra en los atuendos de las novias reales, ya sea en los ramos o entrelazados en el pelo.

William Värnild ha sido el encargado del maquillaje de Sofía, un “beauty look” muy natural que resaltaba su belleza y cedía el protagonismo a la mirada de Sofía, quedando sus ojos más marcados que los labios.
En cuanto al peinado, llevaba su melena recogida en un elegante moño bajo, sobre el que lucía un obsequio muy especial, una tiara regalo de los Reyes a la ya princesa Sofía.
La tiara era una espectacular pieza de alta joyería, en la que se combinaban de forma muy bella los diamantes y las esmeraldas, que coronaban esta preciosa joya.
Para completar, un largo velo de tul, con encaje de algodón puro también bordado a mano.
Poniendo el toque brillante y de luz a su rostro, unos preciosos pendientes de diamantes en forma de lágrima.novia2--a