Cómo ser la madrina de bodas perfecta

Después de la novia, la madrina es la segunda protagonista de una boda. Suele ser la madre del novio o una amiga designada por la pareja y se encarga de ayudar a la novia en todo lo que necesite.

¿Cuáles son las funciones de la madrina?

En primer lugar, la madrina se encarga de acompañar al novio hasta el altar, pero también, su labor es convertirse en uno de los mayores apoyos de la novia para organizar la boda.

Los meses previos a la boda, la madrina se convierte en la sombra de la novia y la ayuda con las tareas de elegir vestidos, menú, decoración, invitaciones etc. Tiene el privilegio de saber lo que va a pasar el gran día antes que todos los demás invitados y familiares.

Se encarga de informar a los invitados del “dress code”. Es decir, si la novia desea que todos sus invitados vayan vestidos de determinados tonos o en una misma línea de estilismo, es la madrina quien tiene que comunicarlo.

Otra de las funciones principales de la madrina de bodas es apoyar al novio, sobre todo en los momentos previos a la llegada de la novia al altar, pues este seguramente esté más nervioso.

Una vez oficiado el matrimonio, en el banquete, la madrina es la encargada de repartir junto a la novia los regalos a las invitadas y de cortar la liga a la novia para recaudar dinero como regalo.

Es indispensable que la madrina tenga una buena comunicación y relación con la novia para que salga la boda perfecta.

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¿Cómo debe ir vestida la madrina?

La madrina puede elegir su propio vestuario, pero como en todos los eventos existe un protocolo que determina la línea en la que debe ir.

La tradición marca que la madrina debe de llevar un vestido largo, independientemente si se trata de una boda de día o de noche. No obstante, si la boda es diurna deberá de llevar mantilla en un tono negro u oscuro, y si es nocturna un tocado. Aun así, si la madrina decide ir de corto, llevará pamela si es de mañana y sombrero de ala corta o tocado si es de noche.

Hay que tener en cuenta el estilo personal de la madrina, ante todo debe sentirse cómoda.

La madrina debe saber que, aunque tiene un gran peso en la boda, no es la protagonista, debe mantenerse en segundo plano. Para ello, debe evitar el color blanco en su vestido y también evitar el negro, pues se asocia al luto. Si es una boda de día algunos de los tonos recomendados serán tonos pasteles y empolvados y si es de noche tonos potentes como el verde esmeralda o el azul zafiro.

En cuanto a los complementos y en joyería, la madrina no debe exagerar. Un pequeño bolso sumado a unas joyas bonitas y discretas harán un look muy correcto. Si la boda es nocturna podremos exagerar un poco más y llevar un conjunto de joyas de madrina más sofisticado.

Y lo mismo pasa con el maquillaje. La madrina debe de llevar un maquillaje sencillo y discreto. Este tipo de maquillajes son los más correctos y los que mejor quedan en bodas. Con el peinado podemos innovar y llevar un recogido o la melena ondulada.

Ser madrina es una tarea que requiere mucha entrega, pero es algo que si se realiza con ilusión será un esfuerzo muy satisfactorio.

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