Tradiciones de boda pasadas de moda

Durante los últimos años, el mundo de las bodas en España ha ido evolucionando, y esto ha llevado a que muchas tradiciones y costumbres hayan pasado de moda. Por ello, hoy en Navas Joyeros Boda queremos hablaros de todas esas tradiciones de boda que han quedado a un lado.

Cuenta la tradición que el vestido de novia debe ser de color blanco. La irrupción del blanco se produjo en la Inglaterra del siglo XIX. La princesa Carlota, prima de la reina Victoria, llevaba este color durante su boda en el 1816. Pero no fue hasta 1840, en la boda de la propia reina con el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, cuando la tradición cobró verdadera fuerza. En parte se debió a la creciente masificación de medios impresos y la naciente fotografía, que contribuyeron a que los retratos y la noticia del casorio de Victoria, que iba de blanco radiante, fueran conocidos por millones de personas.

Sin embargo, hubo que esperar al siglo XX para que este color nupcial se convirtiera en una moda popular y llegara a todas las clases sociales de la mayoría de países. El vestido de ese color quería significar la pureza e inocencia de la infancia.

Pero en la actualidad, esta tradición está algo pasada de moda y el vestido de novia puede ser azul, dorado o rosa, cualquier color está aceptado.

La dama de honor se le llamaba a la niña que lleva las flores, por norma general una menor de 12 años que debía tener un vínculo sanguíneo con la novia. Como ya sabéis, es quien abre el séquito en el camino hacia el altar. Una tradición de lo más antigua que data de la Edad Media. Esta costumbre se adaptó a la cultura anglosajona ampliando el número que acompaña a la novia, y así es como aparece la figura de la dama de honor adulta.

Una tradición muy de las películas del mundo hollywoodiense y en la cual las fotos con tus amigas todas juntas vestidas iguales menos la novia, posando para el fotógrafo con posturas de lo más divertidas es de lo más seductor, a la vez que quizás, un poco pasado de moda.

Llenar vuestra boda de invitados por puro compromiso y que al ver el álbum de fotos de vuestro gran día dentro de unos años y no que no sepáis cómo se llaman ni la mitad, no tiene gracia, es cierto. Pero, si enviáis una invitación que sea divertida, elegante, sutil y pintoresca. En general deben ser el reflejo de la personalidad de los novios y de la temática de la boda, además, deben ser para darle a los invitados una idea de a qué tipo de celebración acudirán.

El origen de la tarta de boda se remonta a la Antigua Roma, donde la tarta era un sencillo pastel de trigo y sal. Entonces, el novio era quien se comía media tarta durante la ceremonia para después romper la mitad restante en la cabeza de la novia y los invitados se comieran las migas que caían, simbolizando la fertilidad.

Pero, no fue hasta el siglo XVII que empezó a concebirse la tarta nupcial como la conocemos en la actualidad. Aunque, en los tiempos que corren la tarta de boda ya no representa esa estructura de acero con innumerables pisos ni está presidida por los muñecos de novios. Y por supuesto, decimos adiós a la espada y a la foto de los novios sujetando junto el sable mientras cortar el pastel, no darse de comer el uno al otro.

Cuenta que la tradición del ramo de novia se remonta a los antiguos egipcios. Las novias llevaban hierbas con un intenso aroma para ahuyentar a los malos espíritus. Los Cruzados trajeron la tradición a Europa y ya en la Edad Media se utilizó la flor de azahar como símbolo de pureza. Hoy en día, representa la fertilidad, el florecimiento y la generosidad.

La tradición del ramo de novia, quizás, es de las más bonitas. Lo escogemos a juego con el vestido, con nuestra personalidad y nuestros gustos. Además, el ramo en cierta manera nos tranquiliza ya que nos da algo que hacer con las manos en un momento de tantos nervios y emociones. Por ello, en Navas Joyeros Boda no queremos desterrar esta tradición pero si la costumbre de tirar el ramo y que lo coja la típica prima lejana que ni siquiera te ha felicitado por tu boda.

Pero, la costumbre que más deben dejar a un lado los novios es la de las familias de la pareja angustiados corriendo de un lado a otro el día de la boda. La figura del Wedding Planner ya no es de otro planeta, son increíbles profesionales que esperan a los novios para librarles del estrés y que se dejen llevar por el día más importante de su vida.