Una Luna de Miel en la gran ciudad

Quizás, la pregunta del millón o, mejor dicho, una de las preguntas del millón es, ¿dónde ir de Luna de Miel? No hay boda que se precie sin el viaje de novios correspondiente.

Dicen que la Luna de Miel debe ser un viaje espectacular pero en Navas Joyeros Boda creemos que la Luna de Miel es el significado, el concepto, sois vosotros. Aunque sí que es cierto, que existen una serie de pautas a la hora de elegir y organizar una Luna de Miel.

Lo primero que debéis plantearos es saber si tendréis tiempo suficiente de planificar todo por vuestra cuenta. Si este vuestro caso deberéis entrar en foros y ver opiniones, ver comparativas de precios y adquirir alguna guía. En el caso de que no tener tiempo para organizar vuestra Luna de Miel, poneros en manos de profesionales con un presupuesto encima de la mesa y los lugares que os parecen imprescindibles visitar o las excursiones que no queréis perderos.

Leer guías y libros sobre los sitios a visitar. Si empezamos unos meses antes a leer libros sobre el país o la ciudad nos va a ser mucho más fácil conocer las costumbres, los sitios que no debemos perdernos, algún rincón poco turístico. Además, a medida que vayamos leyendo nuestro interés y ganas de verlo todo irá creciendo.

Una de las decisiones más personales es el destino y decidirnos sobre ir a la  playa o, por el contrario, a la gran ciudad. Actualmente hay algunos viajes que nos dan la posibilidad de descansar unos días en un resort y visitar algunas ciudades, en este sentido entra un poco en juego los gustos de cada pareja.

Hoy en Navas Joyeros Boda queremos proponeros algunas ideas para que vuestra Luna de Miel sea especial y diferente, son las Lunas de Miel en la gran ciudad.

París, la gran ciudad europea, la “Ciudad de la Luz” y la ciudad más románticas del mundo. Es el viaje perfecto para ir con tu pareja, especialmente si se trata de la Luna de Miel. Es el destino perfecto para enamorarte aún más, déjate atrapar por su atmósfera romántica

Todas las luces caben en sus calles. Hay que descubrir el Sena en bateau mouche, tomar algo en el Café de Flore, en Saint-Germain-Des-Prés en París; subir a la Basilique du Sacré Coeur, en Montmartre o El Louvre. Una cena en la Torre Eiffel. ¿Qué decir de París? Por si acaso, un consejo menos conocido. Deje un tiempo para recorrer las catacumbas de la ciudad, Les Carrières de Paris, que comenzaron a construirse como canteras aunque luego fueron cementerios debido a la abundancia de cadáveres durante las epidemias del siglo XVIII.

Otra gran ciudad. Esta vez, se trata de ese destino al que todos los europeos quieren ir al menos una vez en la vida. Y qué mejor momento que en la Luna de Miel. Todo lo que sueñe podrá encontrarlo entre los rascacielos de la capital del mundo de las últimas décadas. Todo ocurre antes en Nueva York. Todas las tendencias. Todas las tiendas. Comprar y pasear ocupará sus días, por ejemplo, en Central Park. Aunque sea la primera vez que vaya a la Gran Manzana, todas las esquinas le resultarán conocidas. Las habrá visto en el cine, en cualquier serie de televisión.

Deja que el amor florezca, rodeados de pastas deliciosas, riquísimos vinos, lugares históricos y el ambiente agradable que tanto distingue a los italianos. Roma es la parada oficial. Recuerda anotar en la agenda de la Luna de Miel una visita al Coliseo, para sumergirte en su cultura milenaria, un paseo por el barrio de Monti y sus divertidos bares para tomar el clásico “aperitivo” y no puedes dejar pasar una visita a la Piazza di San Pietro, el Vaticano y su museo.

Durante vuestra Luna de Miel en Japón, Kioto será una de las paradas más románticas del viaje gracias a sus magníficos paisajes urbanos y naturales. Siendo una ciudad de alrededor de un millón y medio de personas, conserva el encanto de las pequeñas ciudades, con muchos edificios que imitan el estilo arquitectónico de finales del siglo XIX.

Kioto significa, literalmente, “ciudad capital”, y de hecho fue la capital del país entre los años 794 y 1868. Además, fue la única gran ciudad japonesa que no fue bombardeada por los americanos durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, es una de las ciudades mejor conservadas de Japón, con una gran cantidad de templos, en donde destacan los integrantes del conjunto conocido como  Monumentos Históricos de la Antigua Kioto, declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Las Vegas, aunque es muy conocida por sus casinos y por ser la famosa ‘ciudad del pecado’, también tienen un huequito para disfrutar del amor gracias a la imagen de fantasía que la rodea y es la ciudad perfecta para ir de Luna de Miel. Además, también tiene el mayor número de iglesias por habitante de cualquier ciudad de EEUU.

Es quizá el triángulo viajero más clásico en Europa, Praga, Viena y Budapest. Tres ciudades fascinantes, relativamente cercanas  y poderosamente románticas. Quien no haya estado nunca en Praga tendrá la sensación de estar en la ciudad más romántica del mundo, lo que no es mal principio para una Luna de Miel. Pasee, deténgase a escuchar la música en la calle, y, por supuesto, no falte con la cita del reloj astronómico de Praga, el más antiguo de su estilo en Europa, 603 años de vida. Es un prodigio de la técnica medieval, identificable siempre por el número de personas reunidas a sus pies cuando se activa el mecanismo que hace danzar a sus figuras. Toda una alegoría del tiempo y de lo efímero de la vida en la plaza de la Ciudad Vieja, la más bella de la capital checa.

Estas son solo algunas ideas para una Luna de Miel en la gran ciudad, pero el verdadero viaje de novios debe estar acorde a vuestras necesidades, gustos y presupuestos.