Hay ocasiones en las que hay que desempolvar las joyas de la corona y una boda real es una de ellas. Las reinas y princesas de las casas reales e invitadas acostumbran a lucir las joyas más deslumbrantes para adornar su look nupcial.

Las Casas Reales de todo el mundo siempre se han tomado al pie de la letra eso de “Dile que la quieres con diamantes”. Reyes y príncipes han declarado su amor durante el noviazgo, el compromiso y más concretamente después de la boda con flores, besos, y por supuesto, con magníficas joyas. De las Cortes Reales del viejo continente a los palacios de los grandes reyes de la India, toda la élite mundial ha encargado las joyas más espectaculares y se han adornado con emblemáticos anillos, collares, broches, pulseras y tiaras que documentan las más grandes historias de amor.

Las tiaras son, quizás unas de las joyas más emblemáticas de las Casas Reales de medio mundo y, por supuesto, con más historia. Llevan adornando a reinas y princesas desde tiempos que ni recordamos y algunas incluso han pagado deudas de monarcas. En una boda real es una pieza de joyería imprescindible, especialmente para la novia. Por esta razón en todas las bodas de las Casas Reales europeas siempre se ha lucido una tiara como complemento estrella del look nupcial.

Pero, ¿cuáles son las tiaras más espectaculares de la realeza?

La tiara de Pavo Real lucida por Máxima Zorreguieta, de rubíes y diamantes. Una joya que perteneció a la reina Guillermina desde 1897. Tras su muerte pasó a manos de la Duquesa Irene, esposa del Duque de Parma, y dejó de brillar cuando se divorciaron en 1981. Hasta tres décadas después no volvería aparecer y fue Máxima Zorreguieta quien la hizo regresar a la vida pública en 2009 durante la visita de los Reyes de Suecia a Holanda.

El valor de la tiara de acero reside en su antigüedad y en las miles de horas de trabajo que necesitó para fabricarse. La reina Silvia de Suecia la descubrió y ordenó restaurar usándola por primera vez en 1979. Aunque no contiene ninguna gema preciosa, es una de sus favoritas y su hija Victoria de Suecia la ha llevado en alguna ocasión. La tiara está realizada en acero inoxidable facetado, que destella como si fuera de brillantes, y latón sobredorado.

La tiara de aguamarinas pertenece al conjunto de aguamarinas de la reina Victoria Eugenia. Sibila de Luxemburgo, nacida Weiler Torlonia, biznieta de Victoria Eugenia y esposa del príncipe Guillermo de Luxemburgo, ha sido la última en llevarla.

La tiara Cambridge o tiara del Nudo de los Amantes, fue un encargo de la abuela de Isabel II en 1913 y simboliza el amor eterno. Es un diseño muy clásico compuesto de 19 arcos abiertos de nudos de brillantes de los que cuelgan 38 enormes peras. La princesa Diana de Gales recibió la tiara como regalo de bodas de la reina Isabel, pero tras su divorcio tuvo que devolverla.

La tiara Prusiana de platino y diamantes, perteneció a la reina Sofía de Prusia, hija del Káiser Federico III y propietaria de un espectacular joyero. Durante su exilio tuvo que desprenderse de muchas piezas de joyería, permaneciendo oculta durante 40 años y Ana María de Grecia nunca la llegó a llevar, y se creía desaparecida hasta que coronó a Marie-Chantal en el jubileo de Margarita de Dinamarca.

La tiara Brunswick se realizó para Josefina Bonaparte y fue comprada por el ducado como regalo de bodas para Victoria Luisa de Prusia. Al enviudar, su hijo, padre de Ernesto de Hannover, le reclamó la joya, pero ella se la negó hasta su muerte. Carolina de Mónaco, princesa consorte de los Güelfos, llevó en 2004 esta pieza oculta desde hacía décadas, que nunca se le vio a Chantal, la primera esposa de Ernesto de Hannover.

Para el gran día de su boda con el cotizado Príncipe Guillermo de Inglaterra, Kate Middleton acompañó el impactante vestido de Sarah Burton para Alexander McQueen con una  espectacular tiara. La tiara que usó en su boda la Duquesa de Cambridge fue hecha para la Reina Madre en 1936, un regalo que recibió de su padre el Rey George VI. Cuando Isabel II cumplió 18 años, la recibió como regalo de su madre.

La tiara de boda es la pieza de joyería más compleja en cuanto a diseño y fabricación y el máximo exponente artesanal del sector joyero, ya que debe realizarse de forma manual y con mucha precisión como corresponde a una obra de arte.

El uso de las tiaras con diamantes data desde tiempos remotos y siempre ha ido unido a la realeza y personalidades importantes. Es una joya que además de complementar al resto de accesorios nupciales, aporta un aire de majestuosidad que hará inolvidable el look de la novia.

La colección de tiaras de diamantes de Navas Joyeros Boda, está formada por piezas de joyería únicas pensadas para pasar de una generación a otra. Pero además, debido a nuestra condición de fabricante, brindamos al cliente la posibilidad de que elabore sus propios diseños. A partir de estos diseños, Navas Joyeros Boda fabricará la joya con la mejor calidad de elaboración y a precios sin competencia.

De esta forma te damos la oportunidad única de crear tu propia tiara de boda, es decir, a partir de un boceto, fotografía o imagen que nos aportes, Navas Joyeros Boda reproducirá fielmente esa pieza que viste en escaparate de una joyería y te enamoró, o esa joya familiar de tus antepasados que se extravió, o la tiara de tus sueños que vistes en una revista y del que conservas el recorte. Si buscas una tiara realmente especial para lucir el día de tu boda y no lo encuentras, sólo tendrás que imaginarlo y Navas Joyeros Boda lo fabricará expresamente para ti.

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