Hoy en Navas Joyeros vamos a analizar cómo se ven las novias de ficción frente a la realidad, y para ello os traemos una selección de actrices en sus bodas, comparando los vestidos de aquellas que realizaron para la gran pantalla, con los que llevaron a su gran día – o días – en la vida real.

Empezando por aquellas que optaron por un estilo parecido al que habían tenido que llevar en sus bodas cinematográficas, podemos destacar a Elizabeth Taylor, quien apareció en El padre de la novia con un vestido clásico, de la época, ajustado en la cintura y de falda amplia, con muchos detalles y un velo alto. Curiosamente, en su boda optó por un estilo muy similar, con un vestido de la misma forma, pero sin tanto detalle.

Audrey Hepburn también fue una novia similar en ficción y en realidad, aunque en su caso fue el vestido de novia de ficción, en el film Funny Face, el que resultó parecerse a los de sus primeras bodas, luciendo un estilo de bailarina con falda midi de gran volumen y guantes. En su última boda, no obstante, optó por cambiar de look, ajustándose más a la época de entonces con un vestido de Givenchy mucho más sencillo.

Podríamos hablar también de Angelina Jolie en cuanto a estilo, ya que tanto en su boda de ficción con Brad Pitt en Mr y Mrs Smith, como en la real optó por la sencillez y un velo alto, con la diferencia de que en la ficción el vestido era midi, y en la realidad decidió innovar añadiendo volumen a la falda, y optó por la originalidad dejando que sus hijos dibujaran en el vestido a su antojo.

La novia de ficción Jennifer López pasó de un estilo clásico a otro en su boda real. Así, en La madre del novio le pusieron un vestido clásico escotado, liso y falda con volumen, además de un velo. Por otro lado, en su segunda boda con Chris Judd eligió una pieza de Valentino, un vestido más romántico en encaje, menos voluminoso y más relajado, pero manteniendo el velo.

Por otro lado, hay actrices que decidieron que su boda de ficción sólo iba a ser una pequeña parte de la real, apostando grande por vestidos llamativos. Así fue como Anne Hathaway hizo de su boda un cuento, llevando un magnífico y voluminoso vestido de Valentino, en degradado a rosa y muchas capas de tul con incrustaciones de pedrería. Además, lucía una cinta de encaje en la cabeza que sujetaba el larguísimo velo, además de terminar de enmarcar su estilo al más puro estilo romántico. Ello contrasta con el estilo que llevaba en Guerra de novias, donde la engalanaron con un vestido liso de palabra de honor y corte clásico.

 

Está claro que las actrices en sus bodas van a elegir por sí mismas el estilo a llevar, sin tener que coincidir con un personaje de ficción sino que se ajustan a sus propios gustos. Por otro lado, también está la ventaja de que, al haber lucido vestidos nupciales ya en algunas de las películas que realizaron, tienen la posibilidad de verse en diferentes estilos de novia e innovar para que, como dicen, la realidad supere a la ficción.