Supersticiones sobre la boda

No llevar perlas al altar, que el novio no te vea antes de la boda, llevar algo azul contigo… Son muchas las tradiciones, mitos y supersticiones que rodean a las bodas, tanto para alejar a la mala suerte como para atraer la felicidad hacia el matrimonio. En Navas Joyeros Boda te las explicamos todas.

Las perlas, junto con los diamantes, son una de las joyas que mejor sientan a las novias por su color nacarado y aspecto elegante. Aún así, son muchas quienes las evitan por pura superstición. Según el mito, las perlas simbolizan las propias lágrimas de la novia, por lo que llevarlas durante la boda atrae la desdicha al matrimonio. Todo un reto para aquellas que tengan a estas piedras preciosas entre sus joyas favoritas.

La tradición de algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul es una de las más seguidas por las novias. Lo viejo suele estar relacionado con la amistad, y suele tratarse de un presente que una amiga casa entrega a la novia con la esperanza de compartir su alegría; lo nuevo simboliza el futuro de los recién casados, mientras que lo prestado suele ser una joya familiar con cierto valor sentimental. La costumbre de llevar algo azul se relacionada con la fidelidad.

En martes, ni te cases ni te embarques. Un día funesto para los supersticiosos, que debe su nombre a Marte, el dios de la guerra según la mitología romana. Según esta creencia, este día de la semana es propicio para desgracias y catástrofes, por lo que las parejas más supersticiosas evitan esta fecha como símbolo de mala suerte.

Arrojar arroz sobre la pareja, hoy en día sustituido por pétalos de flores e incluso mariposas, está relacionado con la fertilidad y la descendencia, y es una superstición importada de Oriente y relativamente reciente.

La tradición de no ver a la novia antes de la boda data de la época en que los enlaces se realizaban por conveniencia, y la familia de la novia evitaba que el futuro marido la viera antes de que tuviera lugar el enlace para evitar que se arrepintiera.

Una antigua tradición española relacionada con las bodas es la de ofrecer una docena de huevos a Santa Clara para pedirle que haga buen tiempo. Para cumplir esta tradición, bastará con que te acerques al convento de clarisas más cercano unas semanas antes de la boda, y ofrezcas una docena de huevos. Eso sí, no siempre funciona, pues los mismo Reyes de España ofrecieron numerosas docenas de huevos al convento de las madres Franciscanas Clarisas del Paseo de Recoletos en Madrid, y su boda al final resultó estar pasada por agua.

La tradición dice que se debe cruzar el umbral de la puerta del nuevo hogar con la novia en brazos del novio. Esta superstición viene del tiempo de los romanos. Hacían esto para proteger a la novia de los malos espíritus que pudieran estar acechando a la puerta de la casa.

Las parejas deben evitar las rosas amarillas, una superstición que proviene de la época victoriana, cuando se publicó el libro sobre el lenguaje de las flores, en el que se relacionó a las rosas amarillas con la infidelidad y los celos.

La corbata del novio debe estar perfectamente derecha durante la ceremonia. De no ser así, y si tiende a torcerse, hay quienes creen que evidencia la infidelidad a su futura esposa.

En el coche de bodas se deben atar cintas y latas a la parte trasera, de esta manera se asustará a los malos espíritus y ahuyentarán los sentimientos de envidia que pueda generar la nueva pareja.

Según las supersticiones, el cuchillo representa una relación rota y se cree que traerá mala suerte como regalo de boda. Si los novios encuentran un cuchillo como regalo, deberán darle a quien se lo haya regalado una moneda, de esta forma, será una compra y no un regalo.

En relación a la luna de miel, cuenta la leyenda que los Teutones celebraban sus bodas bajo la luna y para reponer fuerzas bebían un licor de miel durante varios días una vez pasada la boda.

Que la novia use un velo para la boda ha tenido diferentes significados a través del tiempo. Según las culturas medievales, el velo se utilizaba para proteger a la novia de los malos espíritus, que se creía que los atraía a causa de su felicidad. En otras culturas es símbolo de la sumisión y obediencia al novio. Y en algunas religiones se utiliza como símbolo de virginidad, y se puede levantar cuando el padre entrega a la novia, al inicio o al término de la ceremonia. En la actualidad, ya no tiene un significado implícito el velo de novia. Sólo se usa como un accesorio que complementa el look de la novia.

Todas estas supersticiones de boda son solo detalles y tradiciones no significa que ocurran tal cual en la vida de una pareja. Los novios deben tener en cuenta que el éxito de un buen matrimonio está en el amor, el respeto, la comunicación y el compromiso.